El 20 de Marzo del 2011 fue un día como cualquier otro en mi diario de vida, lo único diferente fue el lugar, el Rancho de la Tía Maye que fuere aquél que nos vio crecer, nadar, reir y llorar, ¡ah! incluso dormir.
Hoy a mis 22 años estoy en añoranza de esos viejos tiempos; sin embargo de ese Domingo, un día anterior a la entrada de la Primavera (y vaya que Primavera con éste calor), opté por salir a caminar alejada de la civilización, del teléfono celular y de un coche para viajar, únicamente para tomar fotografías y he aquí lo que he logrado captar para ustedes, como siempre Mine to Share (Mías para compartir).
Hoy a mis 22 años estoy en añoranza de esos viejos tiempos; sin embargo de ese Domingo, un día anterior a la entrada de la Primavera (y vaya que Primavera con éste calor), opté por salir a caminar alejada de la civilización, del teléfono celular y de un coche para viajar, únicamente para tomar fotografías y he aquí lo que he logrado captar para ustedes, como siempre Mine to Share (Mías para compartir).
Salutes.
Una pequeña florecilla que me encontré en un arbol.
El bello atardecer
El reflejo de la naturaleza sobre un río donde aún corre agua limpia.
Y finalizamos con ésta bella imagen que me cautivo desde que la ví con mis ojos hasta el momento en que quedó capturada con mi cámara.
